jueves, 2 de diciembre de 2010

Rubens en el Museo del Prado

El Museo Nacional del Prado organiza hasta el 23 de enero una exposición monográfica de Pedro Pablo Rubens con las obras del autor y de su taller que guarda el mismo museo. La exposición, de noventa cuadros, está distribuida en dos salas a las cuales se accede desde la Puerta de los Jerónimos. Entre las obras que configuran la exposición podemos encontrarnos con el Retrato ecuestre del duque de Lerma (1603), Lucha de San Jorge y el dragón (1606/08), la serie de Los Sentidos (1617/18), El triunfo de la Eucaristía (1625/26), La Adoración de los Magos (1609-1628/29), Las Tres Gracias (1630/35), o la decoración de la Torre de la Parada (1636/37). El comisario de la exposición es Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte.

Lucha de San Jorge y el dragón (1606/08)

Rubens (1577-1640) fue el pintor más admirado de su época en Europa. Es uno de los genios del arte barroco y figura destacable en la Historia del Arte, no sólo por su don en la pintura, sino también por su formación humanística y sus capacidades diplomáticas, como muy bien conoció el pintor español Velázquez. El instrumento principal que utilizó el pintor para plasmar sus ideas fue la mitología clásica. La carrera artística de Rubens fue tan prolífica (se conservan aproximadamente mil quinientos cuadros) que esta descomunal empresa no podría haberla llevado a cabo sin la ayuda de su taller en Amberes. Entre sus clientes nos encontramos a las principales monarquías europeas, aristocracia, Iglesia y élites culturales y comerciales europeas.

Las Tres Gracias (1630/35)

Aunque su legado más conocido en el arte es la pintura, no podemos olvidarnos de su labor en el diseño de tapices, esculturas, obras arquitectónicas y otras decoraciones. Enlazando con lo anterior, la capacidad para la diplomacia antes mencionada le llevó a trabajar como diplomático para la Monarquía Española. Del mismo modo, su formación humanista, también le animó a interesarse por el mundo del coleccionismo, tanto de cuadros y esculturas como de libros y otros objetos. Oriundo de los Países Bajos meridionales mantuvo una estrecha relación con la familia real española que gobernaba la región. Así, Clara Eugenia, hija de Felipe II, apoyó en todo momento la carrera artística del pintor llegando incluso a recomendarlo a su sobrino, el rey Felipe IV. El rey convirtió a Rubens en su pintor favorito encargándole numerosos cuadros para la decoración de los palacios en Madrid.

Estas navidades, si viajáis a Madrid, no dudéis en acercaros al Museo del Prado y disfrutar de esta maravillosa exposición. Para ampliar información sobre la vida del autor o sobre la misma exposición podéis visitar la página del Museo del Prado